Esta caricatura presenta una escena cotidiana, donde dos personajes parecen caminar y comentar una situación concreta de un político de estos años: Pío Cabanillas.
Pío Cabanillas fue un político de larga trayectoria: fue subsecretario del Ministerio de Información y Turismo en el período de Fraga, luego fue nombrado ministro de Información y Turismo en el gobierno de Carlos Arias Navarro (1974); posteriormente fue diputado al Congreso (1977 a 1986); también ministro de Cultura y Bienestar (1977 a 1979); un año después, Viceministro de la Presidencia (1980 a 1981), luego Ministro de la Presidencia (1981) y finalmente Ministro de Justicia (1981 a 1982). Con este recorrido en la política, Quesada se burla de la cantidad de Ministerios por los que ha pasado y se desempeñó como Ministro Pío Cabanillas; de ahí la pregunta de uno de los personajes: “¿Qué será de Pío Cabanillas? ¿No se interpondría la cura? ”; el otro responde con ironía: «Era lo que le faltaba … Ser ministro de Dios».